Existía un niño nuevo
del que ninguno quiso ser su compañero
existía un niño viejo
al que todos le tenían bastante miedo.
El niño nuevo era muy caballero 
y eso que el viejo era un poco ratero.
El niño vacilón 
se metía con todos sin compasión
el niño bonachón 
acogía a todos con admiración.
Todos avisaron al cruel
que dejase al coronel 
por eso el malo quedó abrumado
y el bueno fue risueño y colmado.
Fdo: Jacobo Adánez Parro
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