miércoles, 24 de febrero de 2016

Reescripción de un cuento

En un lugar muy muy lejano vivía un valeroso y fuerte príncipe pero agresivo y egoista que se llamaba Cronck. Vivía en un castillo con su padrastro, una hombre anciano y con muy mucha sabiduría, que lo único que quería era perpetuar su reinado. Todos los días preguntaba a sus siervos qué podía hacer para nombrar a un sustituto al no querer nombrar a Cronk, al que estos contestaban:
- Tú reino es y será el más grandioso que el mundo habrá visto en todos sus reinados. El tiempo fue pasando hasta que un día los siervos siendo conscientes de que su señor era ya anciano, contestaron sinceramente diciendo que Cronk sería el sucesor por su fortaleza y valentía. 
El rey lleno de pena y de tristeza, antes de nombrar a Cronk como sucesor, mandó unos guardas reales para espiar a fondo al futuro heredero. 
Pasados 2 meses para estudiar bien a fondo a Cronk para no nombrarlo heredero, su mejor guardia real, Penélope, grande y corpulenta, le comunicó que la única manera de evitarlo sería enfrentándose a un duelo con él.
El rey contento y a la vez entristecido accedió a organizar un evento en el que Cronk y Penélope se enfrentarían a un duelo con espada en los jardines reales de palacio. Llegado el día ambos empezaron a batirse en un duelo que duró horas, hasta que ambos gastaron todas sus fuerzas y sus fortalezas y habilidades se vieron igualadas por lo que se aplazó a unos días después. 
Cronk confiado en que podía superarla con trampas y con facilidad decidió recostarse y tirarse tumbado los 2 días de descanso, mientras que Penélope se puso a analizar los movimientos de su contrincante hasta buscar puntos débiles.
Al tercer día se batieron en un segundo duelo más violento que el anterior donde las espadas rugían al chocar unas con otras y el sudor les caía por los brazos. Cronk acabó perdiendo su espada tras un ataque de Penélope así perdiendo el duelo. El rey, tras haber visto la arrogancia de uno y la inteligencia de otro, optó por nombrar su sucesora a Penélope por su fuerza y por su inteligencia a la hora de sobrellevar conflictos.


FIN



Fdo: Adrián Amado de Vicente

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